Edward Pinilla
Lao Tsé dijo: “si quieres iluminar el sufrimiento del
mundo, elimina todo lo oscuro que hay en ti. En verdad, el mayor regalo que tienes
para ofrecer, es el de tu propia transformación”.
Resurrección significa
cambio, evolución. Cuando alguien muere a su propio yo, es para nacer en una
persona nueva, transformada, modificada. Sin embargo, cuánto cuesta reconocer
mis propios errores e identificarme conmigo mismo. Por eso con razón se afirma
que el enemigo más duro a vencer está en el interior, no afuera.
Generalmente, las
personas nos excusamos en otras para justificar nuestros errores. A veces, nos
llenamos de odio y remordimiento hacía los demás creyendo que con esto hacemos
bien, cuando en realidad estamos manifestando que tenemos conflictos internos
que son necesarios ser tratados y curados, de lo contrario se los
transmitiremos a otros, que usualmente pueden ser nuestros hijos.
Que difícil resulta
conocernos, es la primera condición para resucitar. ¿No te parece molesto y
hasta fastidioso seguir siendo el mismo o la misma, durante el tiempo que
llevas de vida? Algunos hasta se atreven a decir ¡yo soy así si le gusta bien, si no, pues es su problema!
Esa es una manera
sencilla y práctica de manifestar que somos incapaces de cambiar, pues cuanto
trabajo resulta renunciar a quien he venido siendo por tanto tiempo. Para tu
conocimiento, tú no eres así. Tú crees que eres así. Pero, en realidad, eres
partes de varias personas que dejaron huellas dentro de ti, y que por esas
personas adquiriste la personalidad que hoy tienes. Es como si estuviésemos
divididos en varios pedazos, cada uno de
ellos es igual a quienes nos educaron.
Analízate y verás que
ese genio que tienes, te lo heredó papá o mamá, que esa manera de responder
agresiva, la adquiriste de alguien en tu niñez. Que esa forma negativa de
reaccionar ante un posible problema o reto, la viste en algunos de tus
progenitores y lo aplicaste a tu vida porque te pareció que esa era la mejor
manera de responder, igual si a papá o mamá le funcionaban, creo que a mí
también.
No es que todo lo que
haya en ti sea malo. Al contrario tú eres una persona maravillosa, buena y
especial. Si no me crees, remóntate a tu niñez. Eras un niño(a) encantador(a),
no había maldad en ti, vivías el presente y solo te importaba ser feliz, porque
para ti la vida era eso, un regalo dado para disfrutarlo. Pero, en el camino,
alguien se interpuso y le enseñó a ese niño(a) que vivir era desastroso y que
teníamos que combatir con otros para poder obtener lo que queríamos ser.
Si te ves a un espejo,
podrás ver esas encantadoras facetas de niño(a) que aún no han muerto,
simplemente aprendiste a adaptarte para sobrevivir. Pero, en el camino del
crecimiento dejamos algo atrás que algunos padres por su condición de víctimas,
no aplicaron. Me refiero al amor. Ese que está dentro de ti y que añoras todos
los días. Que deseabas que papá y mamá lo alimentaran y consintieran.
Si en verdad quieres
resucitar no es tarde. Debes rendirte al ego, que te ha engañado durante todo
este tiempo haciéndote creer que con orgullo, vanidad, agresividad, rigidez,
carencia de afecto y ausencia de sentimientos, se llega lejos.
Resucitar es
redescubrirte y no dejar pasar la vida en vano. Naciste para ganar, pero eso
debes creerlo, de lo contrario dependerás de otros que harán el trabajo por ti.
¿Qué quieres que se
escriba en tú epitafio cuando mueras?... Es tú decisión.
3175206658
- 3007359666
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Si te gustó este artículo, deja tu comentario, y sígueme en las redes sociales
✅👉Para más detalles, puedes ingresar a la web:
https://www.hableenpublicoen123.co/
✅👉Y, seguirnos en nuestras redes sociales:
http://twitter.com/EdwardPinilla
https://www.youtube.com/c/EdwardPinillaFl%C3%B3rez
https://www.instagram.com/edwardpinillaflorez/
https://www.linkedin.com/in/edward-pinilla-florez
http://exitoconexito.blogspot.com/
https://www.facebook.com/edward.pinilla
✅👉Puedes escribirnos a los emails:
info@hableenpublicoen123.co
edwardpinilla@hableenpublicoen123.co